El ultimátum de Bourne

Después de El caso Bourne (2002) y El mito de Bourne (2004), llega la última película de la saga Bourne: el ultimátum, dirigida por Paul Greengrass. Matt Damon regresa en el papel del espía asesino Jason Bourne, basado en las novelas de Robert Ludlum, en donde el argumento de esta tercera entrega se vincula directamente con el de la segunda, donde también se repiten alguna de las secuencias.

Jason ha perdido la memoria y a su novia, y sus superiores temen que pueda sacar a la luz algunos secretos de estado. Es un hombre desesperado en busca de su identidad que no le teme a nada. Se escapa y sobrevive para poder descubrir quién es.

Un periodista inglés que publica información sobre Bourne y Treadstone, será perseguido cuando una fuente le revela el secreto de Blackbiar, un proyecto que no puede develarse y que desencadenará la aparición de Bourne para salvar al periodista y por averiguar de qué trata el misterio Blackbiar. Pero también irá en busca de los asesinos de su novia para vengarse.
Con una superproducción que vieja por varios países y que se muestra lo largo de toda la pelìcula, Greengrass nos muestra y sitúa en ciudades tan bellas y lejanas como Moscú, Londres, Tánger, y Nueva York en un intento desesperado de Bourne por escapar de policías, agentes federales y la interpol.

A diferencia de las anteriores, El ultimátum deja sin respiro al espectador porque constantemente Bourne es perseguido, pero él siempre logra escapar y nunca pierde oportunidad para poder en práctica sus habilidades que lo convierten en un arma letal humana.
Definitivamente es la mejor película de la saga y uno de los mejores films de acción del año.

[Antonela Yasmina Ferrari]