miércoles, 10 de octubre de 2007

¡... Y está más linda que nunca!



Más de cuatro talles ha bajado la joven cantante Lily Allen con la ayuda de la auto-hipnosis. La idea de esta terapia es reprogramar el cerebro para no engordar y la técnica consiste en implantar mensajes subconscientes para recordar a los pacientes que paren de comer cuando estén llenos (y que asocien los buenos sentimientos con el ejercicio).


Para ello, Allen recurre a una clínica especializada a cargo de Susan Hepburn, quien cobra alrededor de £300 por sesión. "Luego de la hipnosis, tengo ganas de ir al gimnasio todos los días, aunque me sienta mal", confesó la artista al The Mail On Sunday.
[Verónica Miramonte]

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